Con apenas 20 días mis padres me llevaron a conocer el mar. No hacía el mejor día ni la temperatura más agradable, los temporales habían ensuciado bastante la playa (como puede verse) y amenazaba con ponerse a llover, pero la cosa era conocer el mar. Y como no queda demasiado lejos de casa, allá me llevaron.
La verdad es que no me enteré de demasiado, pero dormí una siesta estupenda. Fue el primero de mis viajes. Después he estado en Vilagarcía, en Vigo, en Portugal... Y la semana que viene me voy a Madrid y Castilla. ¡Y eso sin haber cumplido los tres meses!
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