Y TAMBIÉN SÉ BEBER SOLA

Porque una se va haciendo mayor y, además, con las pocas fotos que me ha publicado papá últimamente, entre unas y otras voy aprendiendo cosas nuevas.

Me encanta tener mi vaso (y si es de cristal y puede romperse, mejor) para tomármelo con calma, ir bebiendo poco a poco, tirarme un poco de agua por encima y poner caras raras si papá me deja probar su agua con gas a la que yo llamo agua que pica.

COMIENDO SOLA

Hace unos días, en un restaurante cerca de Palas de Rei (Lugo) decidí que ya soy lo bastante mayor como para empezar a comer yo sola incluso cuando salimos fuera de casa. Y aquí está la prueba. Ahí me teneis mientras disfruto de un buen capón.

OTRA PARADA

Estos días papá está muy liado. En cuanto pueda publicará nuevas fotos. A ver si hay suerte y es antes del fin de semana.

EN EL CASTRO DE VILADONGA

El otro día fui con mamá y papá al castro de Viladonga, cerca de Lugo. Yo no entendía muy bien nada de aquello, aunque me contaron algo de que allí vivían antes los gnomos. Pero no estoy muy segura, porque nunca lo había visto en los libros.

Eso si, todos aquellos muros y escondrijos me sirvieron para pasar un buen rato correteando, escondiéndome o metiéndome detrás de cualquier cosa. No entendí nada, pero pasé un rato muy divertido.

EN LA TORRE DE NARLA

En San Paio de Narla (Friol, Lugo) hay una torre enorme en el medio de un bosque. Mis padres me llevaron el pasado fin de semana y me gustó mucho porque me recordaba a los cuentos de Caperucita, del lobo, de los gnomos...

De todas formas, y aunque en la terraza de la torre me lo pasé bien, lo que más me gustó fue una cuna antigua que había en una habitación de la fortaleza.

APRENDIENDO A COMER EN EL RESTAURANTE

El sábado estuvimos en un restaurante en Lugo y por primera vez me dejaron comer como si fuera mayor. No le pidieron al camarero que me calentase mi papilla y, en lugar de eso, me trajeron un plato, un tenedor y un vaso para mi sola.

Y no hubo ningún problema. Me lleva mi tiempo, pero al final conseguí comer ensalada de pollo y arroz con chipirones. No está nada mal. Bueno, y beber un poco del agua con gas de papá, el "agua que pica", que me encanta.

SOBRE EL POZO

En el parque de mi pueblo también hay un pozo. Yo, de momento, no sé para qué sirve la manivela, pero me gusta subirme ahí porque me siento más alta.