VILLANCICOS

En casa de mis bisabuelos es tradición, después de la cena de Nochebuena, que nos juntemos todos a cantar villancicos mientras mi bisabuelo Moncho toca el piano. Este año fue el primero en el que me uní a la fiesta y, a pesar de que habían pasado ya las doce de la noche, aguanté hasta el final cantando con las primas de mi padre, sus tías y mis abuelos. Un montón de gente que nos juntamos para pasarlo estupendamente.

Me gusta mucho esta foto, porque en ella estamos cuatro generaciones de mi familia: mi bisabuelo, la abuela, Papá (que no sale, pero es el que hizo la foto) y yo.

Aprovecho esta foto de las fiestas para desearos a todos feliz navidad y un estupendo 2011!

DECORADORA

Aprovechando que ahora anochece pronto y hay que estar más tiempo en casa, esta tarde me dediqué a decorar mi habitación con Papá. así que buscamos unas pegatinas que teníamos por casa, unas cuantas estrellas que brillan en la oscuridad y dejamos las paredes y el techo como se ve en la foto. Y aunque fue él quien colocó muchas de las cosas, yo decidí en qué lugar se ponía cada una, así que podemos decir que fue un trabajo a medias entre los dos.

UN DIA DE VIENTO

Ahora que ya van pasando los días de calor y volvemos a tener tardes de lluvia, de esas en las que toca quedarse en casa, está bien acordarse de esos días en los que sale un rato el sol y aprovechamos para salir un par de horar a pasear a la playa, aunque el viento casi nos tire, que también están bien.

PRIMER DIA DE CURSO

Algún día tenía que llegar. Y ha sido hoy. La verdad es que este verano me lo pasé muy bien, aprendía a nadar, estuve algunos días en la playa e hice todo eso que toca hacer en verano pero, para qué lo voy a negar, también me apetecía ir volviendo al colegio. Tenía ya ganas de volver a ver a los compañeros, a las profesoras, a las cuidadoras del comedor...

Ya me veis en la foto, entrando a clase. No me costó nada. Supongo que lo de estar mañana de cumpleaños y tener una fiesta también ayuda a que la reincorporación se me haga un poco más ligera.

FIESTAS DE VERANO

Verano. Vacaciones, sol, playa, piscina, helados.... y fiestas. Una de las cosas que voy aprendiendo a disfrutar son las fiestas de verano. Hasta ahora me gustaban pero al mismo tiempo me daban un poco de miedo, pero este año les he ido encontrando la gracia. Hace poco fueron las fiestas de Santiago y allí estuve, en las piscinas de bolas, los caballitos, probando algodón de azúcar. Y con ganas de repetir. Suerte que si algo sobra en verano son las fiestas, así que seguramente no tendré que esperar hasta el año que viene.

TERRAZAS DE VERANO

Me encantan las terrazas. En cuanto asoma un poco el sol, aunque sea en pleno invierno, pido que me lleven a una. Así que ahora, en verano, aprovechando además que los horarios están un poco más relajados y que todos tenemos más ganas, suelo ir más. Y además tiene la ventaja de que a veces hay otros niños y podemos jugar un poco, como el día que me hicieron la foto. Ese día una niña que había en otra mesa se empeñó en ponerme así de elegante. Y ahí estoy yo, sin quejarme, disfrutando de mi refresco y de un rato de una de esas cosa que me encantan.

ME GUSTA EL PULPO

Supongo que no hacen falta muchas más explicaciones, ¿No?

Foto de Anna Mayer

UNA FOTO VERANIEGA

Si, lo sé, ya tengo algunas fotos publicadas parecidas a esta. Pero no me negareis que da una sensación de lo más veraniego, ¿No?. Es lo que toca, al menos mientras sigamos con este calor.

UN DIA DE PLAYA

No pensábamos ir a la playa. En nuestro pueblo no estaba tan buen día, así que salimos Papá y yo a dar una vuelta. Pero al final las nubes fueron desapareciendo, así que menos mal que tuvimos la idea de meter en una mochila una gorra y un bañador, porque así pudimos pasar una tarde estupenda de playa y hasta darnos un par de baños. Es lo que tiene el final de la primavera, que igual pasar frío por la mañana y acabas en el agua a media tarde.

DESCANSANDO

Esta semana tuve varicela. Hubo un par de días en los que no me encontré nada bien, pero ya estoy mejor. Sigo llena de marcas por todo el cuerpo pero ya estoy recuperada. Eso si, igual me canso un poco más, así que de vez en cuando no puedo evitar irme recostando en el sofá, poner las manos debajo de la cabeza y...

LOS PARQUES Y YO

Supongo que es cosa de la edad, pero donde esté un parque hay pocas cosas que puedan llamarme más la atención. Y da igual si hace frío, calor, viento o nieve. Si veo asomar los columpios entre los árboles (y para eso tengo un sexto sentido) no paro hasta que pasamos allí un rato.

Por ejemplo, en la visita que hicimos hace unos días a Avilés tuve la suerte de que cerca del hotel había un parque enorme con una zona de columpios. Y aunque llovía un poco, aproveché para divertirme un rato. En estos viajes siempre hay tiempo para las diversiones de los mayores, así que de vez en cuando también me toca a mi.

DE NUEVO EL INVIERNO

Cuando ya parecía que el verano se acercaba, cuando ya habíamos empezado con los helados, las camisetas de manga corta y las tardes al aire libre, ha vuelto el invierno. O eso parece, porque estamos a mitad de mayo y sigue lloviendo y haciendo frio.

Así que me acordé de estas fotos de hace unas semanas, en las que todavía estoy con el abrigo. De momento no he tenido que volver a sacarlo, pero visto lo visto nunca se sabe.

SE VA ACERCANDO EL VERANO

Todavía falta una temporada, pero ya empieza a hacer calor, a verse más el sol y a poderse disfrutar de las tardes. Ayer estuvimos paseando a la orilla del río, por ejemplo.

¿Y qué quiere decir eso? Pues que poco a poco van volviendo muchas cosas que me gustan: la playa, la piscina, salir al campo, comer al aire libre... y como puede verse en la foto, los helados.

PRIMER DÍA DE PLAYA

Llevamos un invierno bastante lluvioso, en el que durante semanas casi ni se podía salir de casa. Por eso, en cuanto tuvimos un par de días de sol nos faltó tiempo para irnos a la playa. Y tuvimos suerte, porque el sábado pasado nos despertamos con una mañana estupenda de sol, así que allá nos fuimos, hacia la playa de As Sinas, donde comimos unos sandwiches sentados en las toallas (una de las cosas que más me gustan de estas excursiones) y donde aproveché para darme el primer baño de la temporada en el mar. Espero que el próximo no tarde demasiado.

HACÍA VIENTO

Ayer aprovechamos que estábamos pasando unos días por Valdeorras, de donde es la familia de Mamá, para acercarnos a Las Médulas. El sitio es muy bonito, pero la tarde estaba bastante desapacible, con bastante frío y, sobre todo, mucho viento.

LAS COSAS SERIAS

Papá: ¡Cuántas veces tengo que decirte que no me molestes sacándome fotos cuando estoy concentrada con el pulpo!

EL GORDO Y YO

Este es el gato de la abuela. No tiene nombre. Bueno, en realidad si que lo tiene, ya que siempre hablamos de él como "El Gordo". Es un gato bastante tranquilo, tanto que es de los pocos que me dejan jugar con él, hacerle caricias... aunque a veces se me va un poco la mano, como podeis ver por la cara que está poniendo en la foto.

COMO UNA TURISTA MÁS

En este invierno tan duro que estamos teniendo, solemos aprovechar los días de sol para dar un paseo, aunque haga frío. A veces subimos a Santiago, que es la ciudad en la que se criaron mis padres y que, aunque no está nada lejos de casa, es un sitio al que no voy demasiado, y nos dedicamos a callejear sin rumbo, parando a merendar en alguna cafetería.

La última vez, el pasado mes de enero, subimos una tarde de mucho frío y estuvimos dando una vuelta a la Alameda. Ahí me teneis, como una turista más, con las manos en los bolsillos y disfrutando del poco sol que hemos tenido en un montón de tiempo.

MAÑANA DEL DÍA DE REYES

¿Hay que decir más?

UNA FOTO

Esta es una de las primeras fotos que hice con la cámara que me regalaron estas navidades.

Si teneis un par de minutos, un poco de paciencia y podeis poner los altavoces, seguro que os gustará:

EL FRÍO DEL INVIERNO

Me gustan esos días de invierno (y este año hemos tenido unos cuantos) en los que hace frío pero sol. Y me gustan porque me permiten salir a pasear y disfrutar del campo sin pasar mucho calor. Es cierto que a veces hace un frío horrible, pero eso se arregla con un buen abrigo, un gorro y unos guantes. Y cuando estoy lista ya puedo ir a disfrutar de sitios tan bonitos como el de la foto.

Perdonadme por tantos días sin contar nada nuevo, pero la verdad es que entre un pequeño catarro y otras cosas hace un tiempo que no tengo fotos nuevas. El fin de semana espero remediarlo y poder retomar el ritmo.

Hasta pronto

¿A qué edad aprendisteis vosotros a comer con palillos?

Y aun habrá quien se extrañe de que a Papá se le caiga la baba conmigo.

Flavia con palillos from Gourmetdeprovincias on Vimeo.

MI PRIMERA CUEVA

En el Pico Sacro, una montaña que no está muy lejos de casa, hay una cueva. Bueno, en realidad hay dos. Hace un par de semanas mis padres me llevaron a verlas y allí, en la entrada, me contaron historias de gallinas que desaparecían en la cueva y aparecían muuuuy lejos, de brujos, de mouros y de princesas. Y que nadie piense que me dieron miedo, que estuvo allí un buen rato y no me interné más en la cueva porque no me dejaron.

FELIZ AÑO

Para felicitaros a todos el año os dejo una fotografía muy invernal. El otro día fui con mis padres a dar un paseo por el monte y hacía muuucho, muuuuucho frío. Aun así subimos hasta la cima y allí, casi añocheciendo, estuvimos viendo las ruinas de una antigua fortaleza. Por supuesto, me contaron una historia sobre princesas, brujas y otros personajes mágicos que vivieron allí, así que no quería irme aunque estaba ya anocheciendo. Hacía tanto frío allí arriba que acabé, como veis, con los guantes de Mamá puestos.