24 abril 2007

EN CUDILLERO


Otra de las paradas del viaje fue Cudillero. Estuvimos dando un paseo por el puerto y la abuela me dio algo que resultó ser una de las mejores sorpresas del viaje: una barrita de pan de esas que algunos llaman colines y que en Italia llaman grissini. La verdad es que el nombre no me importa, pero me encantó lo de poder pasar un rato jugando con el sin que se deshiciese, llenándome la camiseta, la cara y la silla de migas más o menos masticadas. Buenísimo.

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