DESCUBRIMIENTOS DE NAVIDAD

¡Qué gran invento este del turrón de chocolate!

FELIZ NAVIDAD

Felices fiestas a todos.

HACE YA CASI MEDIO AÑO

Parece mentira lo rápido que pasa el tiempo, pero ya hace casi medio año que me hicieron estas fotos en la central eléctrica del Tambre. Fue una tarde de julio en la que fui con papá y los abuelos a dar una vuelta. Apenas me tenía en pie, no decía ni una palabra, pero ya me encantaba jugar con el agua.

Está visto que he tenido mis gustos bien claros desde pequeñita.

JARDINERÍA

Lo bueno de que papá sea el mayor de sus primos es que así yo, que de momento soy la única de mi generación en la familia, tengo unos primos segundos que tienen una edad más parecida a la mía que a la de él.

Con Cecilia y Elena, que son hijas de Pepa, la tía de papá, juego a veces cuando voy a casa de los bisabuelos, cuando me llevan a su casa o, como en la foto, cuando son ellas las que vienen a casa de mis abuelos (que son sus tíos. Qué lío).

Y como soy muy ordenada y estoy en esa edad en la que me gusta carretar cosas de un lado a otro, organizar, meter cosas en un cubo... nada mejor que una tarde de jardinería con ellas.

LOS COLUMPIOS

Desde que tenía seis o siete meses me han gustado los columpios. Al principio me limitaba a sentarme allí y a dejar que me balancearan suavemente, pero con el tiempo voy pidiendo que me empujen con más y más fuerza.

Ahora que ya me voy arreglando yo sola estoy empezando a descubrir otros entretenimientos que hay en los parques. El que más me gusta, después de los columpios, es el tobogán. Es cierto que aún soy un poco torpe, pero con un par de meses más de entrenamiento lo tendré dominado.

APROVECHANDO EL TIEMPO EN EL COCHE

Cuando voy en el coche la verdad es que tengo bastante tiempo libre, así que a veces aprovecho para hacer otras cosas, por ejemplo para pintarme los labios con la barra de la abuela. Bueno, o más bien, para meter el dedo dentro del tubo de la barra y destrozarla, que es una cosa que me encanta, aunque a la abuela no le haga demasiada gracia.

OTOÑO

Como el otro día hablé del verano, hoy toca hablar del otoño, que también tiene su interés. De hecho, ahí me teneis, intrigadísima con esto de las hojas secas, encontrándole el lado divertido a esta estación.

ACORDÁNDOME DEL VERANO

Parece que no hace tanto y, sin embargo, en la foto aún no sabía andar, acababa de descubrir qué es eso de la arena, casi no sabía decir más de dos o tres palabras... Y en cambio ahora corro por los pasillos cantando a gritos. ¡Y en menos de tres meses!

Con el frío que hace, me apetecía recordar el calorcito de agosto.

FRUTAS DE OTOÑO

El otro día estuve en casa de los bisabuelos recogiendo manzanas. Y con el buen tiempo que tenemos pudimos recoger un montón, como se ve en la foto. La verdad es que están ricas y que se pasa un rato divertido buscándolas entre la hierba, pero es que ¡hasta sirven para sentarse en ellas!

EL PARQUE

Hasta no hace mucho tiempo solo me gustaban los columpio. Ahora empiezo, como se ve, a disfrutar de los toboganes, de los balancines, de los areneros y, sobre todo, de jugar con los otros niños.

MI COLECCIÓN DE ARTE

Unos meses antes de que yo naciera papá decidió empezar la que sería mi colección de arte. Son obras de ilustradores infantiles que venden impresiones firmadas y numeradas (en la mayoría de los casos) de sus trabajos y que están en la pared de mi habitación. Seguro que no hay muchas niñas de mi edad que puedan presumir de su propia colección.

Además de un dibujo del Principito que mamá y papá le compraron a un artista callejero en Granada, en mi colección de momento hay las siguientes ilustraciones. Si quereis verlas ampliadas, pinchad en las fotos.



La única que no es original es este dibujo de hadas de la italiana Gabriella Delfante







La siguiente, que fue la primera de la colección, fue esta Caperucita, obra de Patricia Metola.






















También de Patricia es esta niña junto a la bicicleta.




















Y esta niña con amapolas,


















que vino acompañada de este dibujo de regalo.















De Mónica Calvo es esta ilustración que se llama El Viaje.



















De la japonesa-americana Yoko Tanaka son esta cabra y este gato abrazados.

















Y de la estadounidense Catia Chien estos tejados de aldea de cuento.
















Hoy mismo ha llegado la última ilustración (de momento) para mi pared. Se llama Otoño y es de la ilustradora húngara Irisz Agócs.














Pero ya tenemos algunas otras en mente, porque la verdad es que esto es un vicio.

UN AÑO CON VOSOTROS

La semana pasada, el día 6 de noviembre, este blog cumplió un año. Parece mentira lo rápido que pasa el tiempo.

Para celebrarlo, nada mejor que volver sobre un tema del que hablé aquel primer día: el mejor momento del día. El Baño. Ya entonces, con menos de dos meses, me gustaba, pero es que hoy, que ya puedo jugar, patalear, chapotear y salpicar me gusta aún más.

Y para quien no lo crea, ahí está mi cara a la hora de bañarme.

MI PRIMER DIBUJO

No hay mucho más que añadir. Ahí queda la fecha para la posteridad: 9 de noviembre de 2007. ¡Que tiemblen los expresionistas abstractos! (obviamente esto lo escribe mi padre).

LEVITANDO

¿A que parece que estoy flotando en el aire?

HOJAS GIGANTES

La verdad es que yo creía que ya era bastante grande, pero al ver el tamaño de estas hojas empiezo a dudar. A lo mejor tienen razón mis padres y sigo siendo pequeña. O a lo mejor esas hojas son enormes.

CON MI MUÑECA

Hasta no hace mucho los muñecos no me llamaban demasiado la atención, pero ahora, poco a poco, me voy aficionando a ellos. En casa tengo dos muñequitos pequeños que son los que más me gustan y con los que juego un rato antes de dormirme. Uno es el Jack de la película Pesadilla antes de Navidad y el otro es el Skeleton Boy de La Novia Cadaver. Pero junto a estos hay muchos otros, una oveja que hace un ruido bastante raro, un oso de peluche enorme que me regaló el abuelo, una muñeca pelirroja feísima que heredé de las primas de papá y que está en casa de los abuelos, o este niño de la foto, con el que a veces me quedo dormida.

EN CASA DE LOS ABUELOS

Paso mucho tiempo en casa de los abuelos. Y la verdad es que una suerte, porque ellos tienen un pequeño jardín y eso, combinado con el buen tiempo que estamos teniendo, me permite aprovechar más los días al aire libre, coger flores, aprender qué son los caracoles, buscar piedrecitas...

Estar en casa con mamá y papá está muy bien. Jugamos a un montón de cosas y me lo paso estupendamente, pero cambiar a veces de aire, disfrutar de revolcarme por la hierba, de rcoger hojas secas o de tomar un poco el sol es todo un lujo. No hay más que verme en la foto para ver que lo disfruto.

OTOÑO

En Brión, cerca de casa, junto al río, descubriendo que el otoño también es una buena estación para jugar.

PASEO DE DOMINGO

Muchos domingos por la mañana los aprovecho para ir a dar un paseo, sobre todo este otoño porque con el buen tiempo que hizo hasta ahora podía tomar un poco el sol y jugar al aire libre.

Esta foto, por ejemplo, me la hice hace un par de domingos al lado de una iglesia cerca de casa, al pie de un camelio enorme. Estuve allí un buen rato jugando entre los árboles y abriendo el apetito para el mediodía (porque papá suele prepararme cosas ricas y es una pena dejarlas). A ver si hay suerte y puedo hacerlo unos cuantos domingos más este invierno.

DICCIONARIO DE FLAVIA

Estoy aprendiendo a hablar poco a poco (las cosas buenas llevan su tiempo). Con 13 meses no se me puede pedir mucho más. De momento tengo un vocabulario limitado, pero lo uso ya con bastante soltura y consigo hacerme entender.

Por ahora lo único que digo como los mayores es Mamá, Papá, Agua y Pan. El resto lo digo en mi idioma, pero mis padres me entienden, que es lo que importa. Ahí va un pequeño diccionario:

- Merlín (nuestro perro) es Meimí o Beibí.
- Fiona (nuesta gata) es Ona, aunque casi nunca lo digo.
- Los abuelos son Abu, y a veces mi abuelo paterno es Avó, en gallego.
- El nombre de mi abuela materna es Epis o Epsss (adivinad como le llaman los mayores).
- Las piedras, bellotas o cualquier cosa que encuentre por el suelo son Lapas, porque aprendí la palabra con las conchas de lapa que encontraba en la playa.
- Los zapatos son Apa. Pero hay que tener cuidado porque Apa también son las lámparas, por ejemplo.

También hay que saber que pan sirve tanto para el pan de verdad como para galletas y bollos de todo tipo. Agua sirve para toda clase de líquidos.

Y luego están los ruidos. Por ejemplo, el perro hace Bau Bau, el gato Maaaa, el caballo Iiiii, el coche Brummmmm, la guitarra de papá Tonnn y el microondas Tannn...

Y con eso y poco más me voy manejando.

TEMPORADA DE MANZANAS

Estoy descubriendo que en esta temporada del año hay distintas frutas. Por ejemplo, el fin de semana entre otras cosas acabamos descubriendo con los abuelos que ahora es temporada de ir a buscar manzanas, cosa que me tuvo muy impresionada un buen rato, como se ve en la foto.

UN JUEGO NUEVO

El otro día el abuelo me enseñó un juego nuevo. Me subí a una mesa verde y allí había un montón de pelotas del tamaño que a mi me gusta, el justo para cogerlas con una mano. No entendí muy bien las reglas, pero por la cara que tengo en la foto, me debieron tener intrigada un buen rato.

UN SABOR QUE NO ME CONVENCE

A mi, como a todo el mundo, hay sabores que me gustan más y otros que me gustan menos: Por ejemplo, me gusta la calabaza, los gusanitos, el pescado en general, el maiz, la espuma del café de papá, el limón... Pero hay otros que me hacen menos gracia. Por ejemplo, en la foto estoy probando una tarta de chocolate. Y es raro, porque normalmente el chocolate me gusta, pero este debió pillarme por sorpresa. Al menos eso parece al verme la cara.

ACORDÁNDOME DE LA PLAYA

Estos días empieza a hacer frío y a llover, así que no puedo evitar recordar la playa y lo mucho que me gustó.

MI OSO DE PELUCHE

Por mi cumpleaños el abuelo me regaló un oso de peluche enorme, más grande que yo. En la foto me podeis ver en el momento en el que me lo dieron. Y aunque al principio me daba un poco de miedo, le he cogido ya bastante cariño, así que muchas noches, antes de acostarme, le doy una buena sesión de abrazos.

BAÑÁNDOME EN EL RÍO

Otro de los descubrimientos del verano fue un pequeño río de montaña, el Rego de Lobeiras, en la Serra do Barbanza. Allí estuvimos una tarde viendo como pasaban los caballos y dándome mi primer baño en un río. No es un sitio muy profundo, así que papá y mamá no se pudieron meter, pero yo pasé un rato estupendo.

TU, LA DE LA CÁMARA, SÁCAME BIEN

Después de tantos meses posando, con un blog propio en el que papá va poniendo algunas de mis fotos y con tanta gente cerca con la cámara siempre preparada, una va acostumbrándose a posar, por lo menos eso parece porque no me digais que no da la sensación de que estoy avisando al fotógrafo (que era mi tía Laura) de que me saque favorecida.

MIS PRIMERAS CAMINATAS

Este mes de agosto lo decidí: quería caminar. Y aunque no me solté de todo hasta final de mes, las primeras semanas estuve practicando duramente de la mano de mamá, de papá o de cualquiera que se me pusiera cerca. El día que hicimos la foto fui paseando más de medio kilómetro sin dejar que me llevasen en brazos. Fue un primer intento y después lo tuve que ir perfeccionando, pero por algo se empiza y, además, no sabeis lo bien que dormí esa noche.

MI TARTA DE CUMPLEAÑOS

Aquí estoy con mi primera tarta de cumpleaños y mi primera vela. Como me daba miedo la llama la dejamos apagada, pero aún así no dejé de recordarle a todo el mundo los años que tengo, por si se les olvidaba.

LA ARENA Y YO

Al principio la arena me daba miedo, pero tras un par de días se me pasó. A partír de entonces empecé a disfrutar de la playa, a jugar con el cubo y la pala, a darme largos paseos... Y a descubrir, como en la foto, que es más cómodo caerse ahí que en un suelo duro.

¿CUÁNTOS AÑOS CUMPLES?

ASOMBRADA

El otro día celebré mi cumpleaños acompañada de un montón de gente y, por supuesto, tengo muchas fotos. Pero mientras papá las prepara para que podamos publicarlas en el blog, ahí os dejo la cara que se me quedó el día que descubrí a los caballos pastando en libertad por la Serra do Barbanza.

JUGANDO CON LAS ALGAS

Aquí estoy, en la playa de Seráns, jugando con las algas de la orilla. Al contrario que a mucha gente mayor no me dan ningún miedo.

Por cierto, parece mentira, pero mañana cumplo un año!!!

JUNTO AL AGUA

Este verano no ha habido muchos días de calor. Parece mentira que lo diga ahora, que llevamos una semana cerca de los 30 grados, pero en agosto lo más normal fueron los días de sol pero más bien fresquitos.

En uno de esos días estuvimos dando un paseo por la zona de Caamaño (Porto do Son) y, como al final acabó haciendo más calor del que pensábamos, terminé refrescándome un poco en el lavadero que hay junto a la iglesia. No será una piscina, pero a mi me sirvió para pasar un buen rato.

EN EL RÍO TAMBRE

Otra de las excursiones del verano, con los abuelos, fue al río Tambre, que está bastante cerca de casa. En la zona a la que me llevaron hay un bosque enorme, un pueste colgante y un montón de cosas que me tuvieron impresionada toda la tarde.

UNA TURISTA MÁS

Este no ha sido uno de esos veranos de calor y playa. Hemos tenido algunos días de esos, pero ha habido otros muchos en los que apetecía más dar un a vuelta por el puerto, ir a ver a los caballos al monte, pasear por la costa... Vamos, hacer lo que hacen los turistas. Y para eso nada mejor que ponerse mi gorro y mis gafas, con los que tengo el aspecto perfecto de una veraneante más.

YA ESTAMOS DE VUELTA

Hola a todos. Ya he vuelto de las vacaciones. Al final, papá no pudo actualizar el blog en todo el mes, así que nos pasaremos una temporada publicando fotos del último mes en el que descubrí la playa, di mis primeros pasos, aprendí a perderle el miedo a la arena, probé mis primeros higos, jugué con las algas...

Y para muestra esta foto que me hicieron a primeros de mes en el puerto de Corrubedo.

VACACIONES

Nos marchamos de vacaciones, así que mi padre no podrá actualizar el blog con frecuencia. Intentará hacerlo si encuentra una cafetería con conexión a internet pero, en cualquier caso, bajará el ritmo hasta septiembre.

Eso si, prometemos volver cargados de fotos y de cosas para contar.

Buen verano a todos.

EN PONTENAFONSO

Continuando con mis excursiones por Galicia el otro día estuve con papá y los abuelos en Pontenafonso, el lugar en el que el Tambre desemboca en el mar y que se llama así por el enorme puente medieval que puede verse al fondo de la foto. Estuvimos un rato paseando a orillas del río y mirando para las piraguas mientras yo mordisqueaba un tallo de fiuncho, que me encanta.

EL JUEGO DE LA CUCHARA

Acabo de descubrir un juego que me encanta: tengo una cuchara blanda con la que suelo tomar las papillas y, aunque la uso para comer, también me gusta jugar a que me la quiten (si pueden). Así puedo demostrar mi fuerza aunque, eso si, sin dejar de reirme.

LEYENDO CON EL ABUELO

O, más bien, el abuelo leyéndome un cuento. Yo, de momento, me conformo con mirar los dibujos.

CON MI MUÑECA

Hasta ahora no les hacía demasiado caso a las muñecas, pero ya empiezan a hacerme gracia. Aunque la verdad es que por ahora el juguete que más me gusta es una buena caja llena de cosas -las que sean- que pueda sacar una a una y tirar al suelo. Creo que es con lo único que estoy entretenida un buen rato. Aún así, cuando voy a casa de los abuelos de vez en cuando también me gusta jugar un rato con la muñeca, sobre todo si estoy al aire libre, que es donde más a gusto me encuentro.

DE PIE

Ahora que ya me mantengo de pie yo sola, aunque sea agarrada a cualquier cosa, soy un auténtico peligro, porque no hay quien me mantenga sentada. Como se ve en la foto, no hay más que ponerme a mano la pata de una mesa, una pierna o un tronco de arbol para que me levante. El problema es que, como aún no controlo muy bien la técnica, a veces lo intento agarrándome a un mantel, a mi sillita o incluso a Merlín y, como no me espero que se muevan, no es la primera vez que me llevo un buen susto. Pero, eso si, cuando me sale bien me quedo encantada.

UNA TARDE EN EL CAMPO

A pesar de que por ahora hemos tenido pocos días veraniegos, en cuanto sale un poco el sol me gusta salir al aire libre y pasarme la tarde en la hierba, en mi columpio, dándome un baño o persiguiendo a mi perro. Eso si, aunque el tiempo no acompañe demasiado, voy completamente vestida de verano.