02 marzo 2007

CON MERLÍN


A Merlín no le gusta demasiado jugar conmigo. Está un poco como un hermano mayor celoso. Él era el que vivía en casa con mis padres desde hace ya bastante tiempo (el sábado cumple cuatro años) y se había acostumbrado a ser el centro de atención. Así que cuando llegué yo al principio se pasó unos días bastante tristón. Luego, aunque empezó a pasársele, prefería evitarme y estar en una habitación distinta. Ahora, por fin, ha comenzado a aceptarme: ya se queda en la habitación en la que estemos e incluso, a veces, se sienta donde estemos nosotros. Eso si, sigue poniéndose muy nerviso si intento tocarlo, como pasa en la foto. Al principio se hace el despistado y mira para otro lado pero después, poco a poco, empieza a apartarse hasta que no puede más y se aleja.

Es una pena, con lo que a mi me gustan los animales. Menos mal que tengo al Gordo para compensar.

No hay comentarios: