28 febrero 2010

COMO UNA TURISTA MÁS


En este invierno tan duro que estamos teniendo, solemos aprovechar los días de sol para dar un paseo, aunque haga frío. A veces subimos a Santiago, que es la ciudad en la que se criaron mis padres y que, aunque no está nada lejos de casa, es un sitio al que no voy demasiado, y nos dedicamos a callejear sin rumbo, parando a merendar en alguna cafetería.

La última vez, el pasado mes de enero, subimos una tarde de mucho frío y estuvimos dando una vuelta a la Alameda. Ahí me teneis, como una turista más, con las manos en los bolsillos y disfrutando del poco sol que hemos tenido en un montón de tiempo.

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