20 noviembre 2009


Normalmente no soy una niña demasiado mimosa. Me gusta ir a mi aire. Un abrazo de vez en cuando está bien, pero no hay que abusar. Aun así, a veces tengo un momento un poco más mimoso y entonces no hay quien me separe de mamá o de papá. Eso es lo que me pasó el día que nos hicieron esta foto en la costa de Lugo. Después de despertarme de bastante mal humor y pasar el primer rato de la mañana bastante enfadada al final tuve uno de esos ataques de mimos y... bueno, ya veis la foto.

No hay comentarios: