En Aveiro, en la costa de Portugal, tienen un dulce típico que le encanta a papá y a mis abuelos: los ovos moles. No es muy complicado, simplemente yema de huevo y azúcar envueltos en una oblea con forma de caracola de mar. Los descubrí hace unas semanas, cuando estuvimos en Portugal, y como puede verse en la foto, en la que aparezco tomándome uno en el hotel, rápidamente me aficioné a ellos. Me parece que en esto me parezco a mi familia paterna.
Aprovecho para deciros que nos vamos unos días de vacaciones. A la vuelta espero venir llena de fotos para ir poniendo en el blog.
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