28 agosto 2008

UNA MAÑANA DE VERANO


Estos días me toca quedarme con papá por las mañanas. Normalmente sacamos a pasear a Merlín, vamos a la compra y hacemos recados durante un rato largo pero, cuando hace calor como hoy, salimos lo imprescindible y luego nos quedamos en casa para evitar el sol, aunque eso hace que la mañana se me pase más despacio.

Tanto es así, que cuando papá está un rato delante del ordenador para revisar el correo electrónico no tardo ni dos minutos en estar por el medio dándole a todas las teclas y botones que están a mi alcance. Al final papá decidió escanearme la mano para tenerme entretenida un momento y ahí está el resultado pero, como puede verse, no puede quedarme quieta ni los pocos segundos que dura la operación.

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