VACACIONES

Nos marchamos de vacaciones, así que mi padre no podrá actualizar el blog con frecuencia. Intentará hacerlo si encuentra una cafetería con conexión a internet pero, en cualquier caso, bajará el ritmo hasta septiembre.

Eso si, prometemos volver cargados de fotos y de cosas para contar.

Buen verano a todos.

EN PONTENAFONSO

Continuando con mis excursiones por Galicia el otro día estuve con papá y los abuelos en Pontenafonso, el lugar en el que el Tambre desemboca en el mar y que se llama así por el enorme puente medieval que puede verse al fondo de la foto. Estuvimos un rato paseando a orillas del río y mirando para las piraguas mientras yo mordisqueaba un tallo de fiuncho, que me encanta.

EL JUEGO DE LA CUCHARA

Acabo de descubrir un juego que me encanta: tengo una cuchara blanda con la que suelo tomar las papillas y, aunque la uso para comer, también me gusta jugar a que me la quiten (si pueden). Así puedo demostrar mi fuerza aunque, eso si, sin dejar de reirme.

LEYENDO CON EL ABUELO

O, más bien, el abuelo leyéndome un cuento. Yo, de momento, me conformo con mirar los dibujos.

CON MI MUÑECA

Hasta ahora no les hacía demasiado caso a las muñecas, pero ya empiezan a hacerme gracia. Aunque la verdad es que por ahora el juguete que más me gusta es una buena caja llena de cosas -las que sean- que pueda sacar una a una y tirar al suelo. Creo que es con lo único que estoy entretenida un buen rato. Aún así, cuando voy a casa de los abuelos de vez en cuando también me gusta jugar un rato con la muñeca, sobre todo si estoy al aire libre, que es donde más a gusto me encuentro.

DE PIE

Ahora que ya me mantengo de pie yo sola, aunque sea agarrada a cualquier cosa, soy un auténtico peligro, porque no hay quien me mantenga sentada. Como se ve en la foto, no hay más que ponerme a mano la pata de una mesa, una pierna o un tronco de arbol para que me levante. El problema es que, como aún no controlo muy bien la técnica, a veces lo intento agarrándome a un mantel, a mi sillita o incluso a Merlín y, como no me espero que se muevan, no es la primera vez que me llevo un buen susto. Pero, eso si, cuando me sale bien me quedo encantada.

UNA TARDE EN EL CAMPO

A pesar de que por ahora hemos tenido pocos días veraniegos, en cuanto sale un poco el sol me gusta salir al aire libre y pasarme la tarde en la hierba, en mi columpio, dándome un baño o persiguiendo a mi perro. Eso si, aunque el tiempo no acompañe demasiado, voy completamente vestida de verano.

¿AVANZO O RETROCEDO?

¿Hacia delante o hacia atrás? Algunos dirán que es la indecisión tópica de los gallegos, pero la verdad es que se trata de las dudas que tengo, ahora que he empezado a gatear pero no me manejo todavía con soltura.

LA NIÑA-CARACOL

Aquí estoy, haciendo una de las cosas a las que le dedico más tiempo: estar al aire libre. Y está muy bien, porque me encanta arrancar hierbas, mover piedras de un sitio para otro... todo menos gatear por la hierba, que me da un poco de nosequé. Pero pese a todo lo intento. Ahí me teneis, a puntito de lanzarme a gatear aunque, como dicen los abuelos, parezco más un caracol de las hortensias que una niña.

YA SE GATEAR

La verdad es que tardé en decidirme, pero al final me he lanzado y aquí me teneis, gateando como una campeona. Como era primera hora de la mañana (lo notareis en que estoy aún peinada y con la ropa más o menos colocada) voy, además, con todas mis energías y emocionada porque aún tengo todo el dia para perfeccionar mi gateo.