30 marzo 2008

LA NIÑA ESQUIMAL


Está muy bien lo de pasear a la orilla del mar en invierno, pero hay que protegerse del frío. Y para eso lo mejor es imitar a los esquimales, que de frío saben bastante. Así que ahí voy yo, como una esquimal, por la playa sin que me importe el frío, como tiene que ser.

23 marzo 2008

UNA RAMA DE FIUNCHO


Una de mis golosinas preferidas, ahora que todavía soy fácil de contentar, es una rama de fiuncho, el hinojo silvestre que crece en todas partes cerca de casa y que sabe a anís. Hoy, como mamá y papá invitaron a gente a comer a casa, me tuvieron entretenida durante un rato con una rama tierna de fiuncho, que son las mejores, mientras picoteaba de un plato y de otro.

17 marzo 2008

EN LA RÍA DE NOIA




El otro día estuve con papá y los abuelos en una playa de la ría de Noia. Estuvimos un rato jugando con todo lo que encontraba en la arena y tirando palos al mar, pero una de las cosas que más me gustaron fue subirme a una roca en la orilla para poder ver el agua desde arriba. Me tuvo impresionada un buen rato.

YA SE ACERCA LA PRIMAVERA

10 marzo 2008

EN EL BOSQUE


Será que los cuentos que escucho antes de dormir y los libros que me enseñan casi siempre están ambientados allí, pero me encantan los bosques. Me gusta recoger ramas del suelo, buscar las "casas de los gnomos", ver si encontramos al lobo, que es bueno (y si es malo está papá a mi lado para dejarle las cosas claras)... Y me gustan también los árboles, abrazarlos, acariciarles la corteza o, como en la foto, que está tomada en Teo, intentar subirme a ellos, aunque sólo sea a caballito.

05 marzo 2008

CON MERLIN


El otro día, cuando bajamos a la playa, nos acompañó Merlín, que es un poco como mi hermano mayor: ya vivía en casa cuando llegué yo, pasó una temporada de celos y, por fin, aprendió a aceptarme. Ahora juega conmigo y, como en la foto, vigila para que nadie me moleste cuando estoy concentrada recogiendo cosas del suelo.

01 marzo 2008

ATARDECER DE INVIERNO


Me gusta esta foto, aunque esté un poquito borrosa, porque casi no se sabe dónde acaban mis chichos y dónde empieza la hierba. Me la hicieron el otro día en la playa de Testal (Noia), a la que nos acercamos a dar un paseo con Merlin aprovechando que en estas tardes de invierno no hay casi nadie y podemos jugar tranquilamente.